Traducciones

Quiero aclarar que todas las traducciones aquí son hechas a partir de traducciones en inglés, yo no sé coreano, aparte de annyong~ y buing buing, y además no es un traducción literal si no que trato de adaptarla lo mejor posible al sentimiento de la canción para que así se entienda mejor su mensaje.

CUALQUIER CANCIÓN QUE BUSQUEN Y QUE NO LA TENGAN, LA PUEDEN PEDIR. HARÉ LO QUE PUEDA PARA SUBIRLA LO ANTES POSIBLE.

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29 de noviembre de 2009

predico un alboroto 11


Habían organizado un viaje al lago por un fin de semana, ese era el gran paseo de curso que tenían. Las clases se estaban acabando y solo quedaba un mes para salir y divertirse.
El rumor era cierto. Aún así al parecer Max no queria mostrar la relacion que tenian en publico, por lo que ya no muchos hablaban de eso, pero cuando se veían en clases los molestaban. Más se molestaba Kath.
Sue había intentado olvidarlo, pero no le era muy facil. El tiempo se lo pasaba trabajando, haciendo tareas, organizando todo en el CGA, y con los ultimos amigos que les estaban quedando, Collie y Colin.
Habían dejado en la lista de los que asistirían solo a algunos, y por desgracia entre ellos estaban Max y Kath. Ella no había planeado eso, pero la unica solución que tenía era ignorarlo y estar con sus amigos y pasarlo bien.
-¿Listos todos? -preguntó el inspector Adams, padre de Sue. Todos respondieron con sueño, eran las cinco de la mañana y todos aún seguían medios dormidos.
-Vamos, es la oportunidad que tenemos de demostrarlo -susurro Kath mientras detenia a Max sujetando su brazo.
-No quiero hacer esto, Kath -le dijo Max acabando con la felicidad de la chica.
-Pero, habíamos quedado en hacerlo. No quieres que ella se enamore de ti ¿no?
-No quiero, pero no quiero lastimarla. Este no es un buen plan, Kath. En serio.
-¿Por que aceptaste desde el primer momento entonces? -Kath se separo bruscamente de Max.
-No lo se. Estaba confundido. Si hacemos esto, Sue se va a enojar contigo y conmigo. Yo no quiero que se enamore pero ella es una muy buena amiga. No se merece esto. Además ¿como puedes estar segura de que yo le gustaba?
-Ella me lo dijo, Max. Estaba encaprichada contigo. Siempre estabas en su mente. -dijo Kath casi gritando, unos pocos chicos se voltearon a mirarlos.
-Hablemos de esto luego -termino la conversación Max.
-¿Estas en esto o no? -preguntó Kath cuando Max ya había comenzado a caminar. Se detuvo y la miró... se acercó unos pasos y le dio un beso en la mejilla.
-Tal vez.
El viaje duraba una hora y Kath se había sentado con una amiga. Colin había quedado solo y como Max ya no tenía lugar se sento con el. No era que no quiciera, pero el era muy amigo de Sue, por lo que no quería conversar con ella... supone. Pero las cosas no siempre salían como el queria.
Colin no paró de conversar con sus amigas que se habían sentando en el asiento de al lado. Sue se sentó en la ventana al igual que Max. Y ambos no hablaban mucho. Solo cuando les preguntaban algo. Ella leia un libro, mientras él escuchaba musica.
-Asi que Kath -dijo Colin sentandose y mirando por la ventana.
-¿Que pasa?
-¿Estas con ella? -preguntó Colin.
-En realidad, no.
-¿No? -confuso preguntó Colin-. Los vi afuera, tu le diste un beso.
-No quiere decir nada.
-Terminaron, punto -dijo Colin, Max lo miró y rió. Colin era buen entendedor. Sabía que no le agradaba el tema a Max y era una de las mejores excusas que podría decir. Terminaron cuando ni si quiera habían empezado.
-Me caes bien, Colin.
El lago era hermosos, habían unas cabañas al rededor. Era aproximadamente unos quince estudiantes, por lo que los habían dividido en grupos de hombres y mujeres en las cabañas. Lo primero que hicieron fue investigar el lugar.
-Conosco esto -dijo Colin apareciendo de la nada, lo que asusto a Max-. Allá hay una cabaña que tiene vista al lago. Es hermoso. Voy a comer -y se fué.
Max fué hacia la cabaña con vista al lago, pero se arrepintió apenas llegó.
Una chica de cabellos castaño estaba afirmada en la orilla del balcon mirando el lago y los arboles.
-Sue...
La chica no se volteó, pero se movió. Max se quedo a su lado mirando.
-Perdon.
-¿Por qué?
-Por hacerte sentir asi.
-No tienes nada que ver.
Max la miraba. Ella sabía que eso no era verdad y él tambien lo sabia. Lo miró y por primera vez no sintió la necesidad de correr la vista a otro lado y esquivar su mirada. El chico parecía buscar algo en ella, en esos ojos castaños inexpertos en el amor. Pero ella se volteó. No quería que descubriera nada. No quería que mirara el espejo de su alma.
-En serio, lo siento.
-Ya pasó, Max -una lagrima cayo por la mejilla de la chica. No quería llorar por él, y menos que él la viera. Pero ya no se podía hacer nada. El chico secó sus ojos de lagrimas y sujeto las manos de ella que intentaban quitarlo.
-Dame un abrazo.

predico un alboroto 10



Día lunes y las cosas comenzaba a estar raras.
Sue le había dicho el fin de semana a la abuela de Max, que ya no podría ir a buscarlo, era la secretaria de Centro General de Alumnos y estaban organizando algunas salidas para los estudiantes, por lo que tenía que estar en el instituto temprano porque era el unico tiempo en que podian organizarse bien.
Cuando comenzó el día, algunas chicas se volteaban a mirarla y susurraban entre ellas. Sue la ignoró. Pero en el almuerzo las cosas empeoraron. Uno: Max y Kath no estaban. Dos: Colin le había contado del rumor de que Kath y Max estaban juntos. Tres: La escuela creía que ella estaba enamorada de Max. Kath era una de sus mejores amigas, no podría hacerle eso, ella lo sabía. Lo bueno, era que la proxima clase que tocaba era musica y Max estaba en esa clase.
Cuando entro en la sala todos la quedaron mirando. Max estaba sentado en una mesa solo, y conversaba con un chico rubio. Sue caminó y se sentó en el asiento al lado del chico de pelo negro. El profesor entro en la sala y puso un video, era un musical.
-¿Max? -susurro Sue para llamar su atención.
-¿Mande?
-¿Cómo estás?
-¿Bien y tu? -dijo amigable.
-Bien... no fuiste al comedor
El chico la miró, estaban todas las luces apagadas, pero aún se podian ver pefectamente las facciones de preocupacion de Sue. El sabía que esto le iba a hacer mal y no quería hacerlo...
-No... estuve estudiando inglés, tenemos un trabajo que hacer.
-Ah... -la chica dudó en decirlo o no, pero no quería confundirse ni nada- Max...
-¿Si? -preguntó el chico.
Estaba decidida.
-No, nada -se arrepintió.

Martes. Miercole. Jueves. Viernes. Sábado. Domingo. Lunes...
Los días pasaron más rápido de lo compun por la mente de Sue. Max seguía distanciado, Kath en su mundo, Collie desaparecida, Colin era el unico que estaba cerca suyo y era un gran amigo de solo haberlo conocido hace una semana y algo, pero el unico que la apoyaba, y que la hacía olvidar todo de lo que hablaban en los pasillos. El rumor seguía corriendo y con más fuerza que nunca. En esta pequeña ciudad no era común una historias así, por lo que esto era la noticia del añor y quien más podia tener que el chico nuevo, rebelde y guapo que era Max. Ultimamente siempre estaba en su mente, por donde que mirara lo recordaba, pero el ya no estaba mucho con ella, a parte de las clases, que en realidad el estaba tomando atención. Por un lado estaba feliz de que el esfuerzo que ella había hecho dara sus frutos, pero ya no estaba a su lado y al parecer el estaba mejor solo... o con Kath. La última vez que hablaron fue en clases, pero no hubo buena comunicación y Sue se terminaba de asegurar de que el rumor fuera cierto. Kath estaba distraida, dibujaba corazones y escuchaba música en su mundo.
Sue no conocía el amor, y ahora ya no queria conocerlo más... Las cosas cambiaban, pero no espero nunca que algo asi pasara.
-Hola, Sue -la saludó Max alegremente. Como si nada hubiera pasado.
-Hola -respondió decaida y agacho su cabeza hacia su cuaderno con la pagina en blanco.
-¿Estas bien? -se escucho la preocuada voz del hombre.
-Si, seguro, estoy bien... -respondió Sue con un poco de animo.
Los ojos verdes se sentaron a su lado, pero ella no los miro. Se podría decir que estbaa enojada y triste. Y peor le hacía mirarlo, asi que solo lo ignoro. La clase no empezaba nunca para Sue... el timepo parecía ir más lento de lo normal, todo lo contrario a lo que había pasado la semana pasada. Todos conversaban distraidos.
-Sue, ¿has hecho algo malo alguna vez? -preguntó Max con una sonrisa.
Sabía que iba a decir Max, pero ella no querpia seguirlo. Y peor le hiso escuchar su voz entre el silencio que se había creado a su alrededor.
-No
-¿Escapemonos? -dijo Max susurrando muy cerca de ella.
-No, Max -terminpo por decir Sue.
-Vamos, será divertido. Además que de hace tiempo que no estamos juntos.
No tenía que recordarselo, lo sabía perfectamente. Pero una vez en la vida hacer algo malo no estaba tan mal... Solo una vez.
-¿Como vamos a salir? -dijo Sue guardando su cuaderno.
-Por la puerta... -dijo Max y Sue lo miró desconfiada-. Nadie se va a dar cuenta. Nadie está tomando atención.
-Nos van a ver.
-No... tengo un plan.
Max era especial. Sabía como escaparse de una clase. Lo había aprendido en Medford, y lo usaba mucho allá.
Sacó una hoja de un cuaderno y se la tiró al un amigo de él. El chico lo miró y se la regresó, derrepente empezaron a caer muchas pelotas de papel.
-Sal.
Este niño la estaba volviendo loca, pero le obedecio y salió de la sala. Con algunos papeles encima, pero nadie la había visto. En el pasillo no había nadie. Se apoyó en uno de los casilleros al lado de la puerta y descanso la cabeza, cerrando los ojos. Le dolía mucho la cabeza y no sabía por que.
Sintió el cuerpo de Max a su lado y supuso que el estaba afirmando a su lado y apoyo la cabeza en el pecho del chico.
-Estoy mareada.
Max puso su palma sobre la frente de Sue. Pero no tenía fiebre.
-¿Estas embarazada? -preguntó lo que causo la risa de la chica. Extrañaba sus bromas. Una semana sin ellas era extrañar mucho de él.
-Vamos, salgamos de aqui.
Y así lo hicieron, salieron por una puerta trasera de alguna sala abandonada. No sabía que era tan facil salirse del instituto sin que nadie los viera. Terminaron llegando al parque que tanto conocía. Lo primero que pensó fue tirarse sobre el pasto. El mundo todavía parecia dar vueltas a su alrededor. Y correr y gritar y reirse la había echo marearse más.
-No te estás drogando, ¿cierto?
-No... creo
Ambos rieron.
-Max, ¿puedo preguntarte algo? -dijo Sue abriendo los ojos y mirando el cielo.
-Bien, pero parate que te estás ensuciando y despues no quiero responder por que fue eso.
La tomó de las manos ayudandola a pararse. El mundo dió más vueltas y ella rió y se sujeto de Max.
-¿Que hay entre tú y Kath?
Max no respondió en seguida, no sabía que decir. Segun el plan deberia decir que son novios, o que hay algo, pero en ese momento se le había borrado de la mente.
-No se.
Sue abrió los sus grandes ojos marrones y miró los verdes de él.
-¿Se han besado?
Fué la pregunta más inesperada que Max había recibido. Pero ya no había vuelta atras, tenía que seguir.
-Si
Sue miró el piso y se soltó de Max y caminó hacia la banca más cercana. Max se quedo un poco alejado de ella. Sue comenzó a reir y luego miró a Max.
-¿Que paso? -pregunto este.
-Nada, harian una linda pareja -le dio una sonrisa.

28 de noviembre de 2009

predico un alboroto 09

-¡Por fín es viernes! -gritó Colin mientras se acercaba a la mesa con todos sus nuevos amigos. Como de costumbre max tiraba pedasos de comida a Sue y ella reía y le decía que parara, pero él no hacía caso. Kath leía un nuevo libro, ya que el anterior ya lo había terminado. Collie reía y defendía a su amiga que ya no podía respirar de la risa. Y Colin ayudaba a Max en la guerra.
El día había sido como todos los demás. Como toda la semana. Max podría decir que se estaba costumbrando, y hasta podría decir, que le gustaba esta ciudad y sus nuevos amigos. Pero siempre tenía dentro de él al rebelde chico que salió en Medford. Por más que tratara de ser ordenado, estudioso, siempre salía con una escusa para no hacer algo o se escapaba de la casa para no tener que escuchar las quejas de sus abuelos o de Sue de vez en cuando. Ella podría ser muy incistente cuando quería y lo único que quería en ese momento era que Max volviera a ser el de antes, aunque nunca conoció al niño amigable y aplicado, quería que él estuviera bien.
-¿Max? -preguntó la rubia poniendose de pie. El chico la miró-. ¿Que harás hoy después de clases?
Siempre pensaba que el hombre era quien tenia que invitar, pero no quería quedarse sola por toda la eternidad. Así que se había puesto en marcha para ser otra persona.
-Patinar, ¿quieres acompañarme? -preguntó amigable el chico de ojos verdes.
¡BINGO! Sabía que como era Max, podría a llegar a decir algo si se le daba una pista antes.
-Claro, pero no se patinar -confesó.
-No te preocupes, yo te enseño -y le otorgo una cálida sonrisa.
Esa tarde luego de clases Kath se encontró con Max en el parque. Ambos se divertían juntos.
Kath seguía con su plan en marchar, pero no tenía paciencia.
-¿Max, que pasa entre tú y Sue? -preguntó la rubia cuando el chico se detuve frente a ella que estaba sentada en un alto de la cancha.
-Nada, ¿por qué? -respondió con naturalidad.
-Esque el otro día llegaron abrazados y Sue solo habla de tí. Además que en el almuerzo parece ser algo más por todo lo que la molestas.
El chico se empezó a reir y se apoyo en su skate.
-Me gusta molestarm siempre soy así. Pero a mi no me gusta Sue, no se sobre ella... -acabó acercandose un poco a Kath.
-Si siges así vas a enamorarla -la chica sonrió. Por un lado porque sabía que Max no quería enamorarla, y otro porque era lo que le estaba pasando a ella.
Los ojos verdes se posaron sobre ella, confusos y preocupados.
-No quiero que se enamore de mi -dijo luego Max mirando sus zapatos-. Realmente, no le haría nada de bien.
-Se una forma de hacerle cambiar de parecer.
El chico la miró y luego sonrió. Sabía cual era el plan que ella tenía.
-No va a funcionar -dijo Max-. Unos amigos lo intentaron, pero eso nunca funciona.
-¿Pero, qué te hace pensar que con nosotros no va a funcionar? La gente en esta ciudad es diferente.
Max se quedó completamente callado mirando el infinito. En el fondo del parque, donde estaban los juegos. Unos niñitos hacían castillos de arena y sus madres los miraban sentados en la banca riendo y conversando entre ellas. Derrepente sintió la mano de la chica en la suya y atrayendolo hacia ella.
Max miró a Kath. Ella sonreía.
-Vamos, Max -dijo-. Sue tiene que entender.
Kath entrelazo sus dedos con los del chico y se acercó. Sus labios se rozaron lentamente y luego se alejo. Max parecía desconcertado y Kath estuvo a punto de rendirse. Pero como siempre Max era impredesible, y eso era lo que más le gustaba de él. El chico de pelo negro había tomando su otra mano y había dejado el skate contra el cemento donde Kath estaba sentada. Sonrió y le dio un cálido beso en los labios. Aún estaban a unos centimetros y el le sonrió.
-Vamos -dijo Kath empujando el skate y haciendo que cayera.
Max la tomó de la cintura para ayudarla a bajarse. Y ella rió, su plan iba perfectamente. Subió sus manos a su cuello y bajo. Max la sujeto de sus brazos cuando ya estuvo en el piso y ella dejó caerlos sobre los de él. Se escucharon las voces de unos jovenes.
-Perfecto -dijo Kath-. Son del instituto. Si queremos que el plan funcione, deberiamos empezar por esparcir el rumor de que somos algo.
Max la miró directamente a los ojos, lo que hiso que ella se sonrojara.
-Niña mala -dijo antes de besarla nuevamente para que los chicos que venían los vieran. Kath le siguió el juego y puso sus manos sobre su pelo. Su desordenado y liso pelo negro. No supo como ni cuando, pero el beso había subido de nivel y ella se sentía en las nubes. Max si que sabía besar, pensó Kath, tal vez ya tenga mucha práctica. Lo que la hiso ponerse nerviosa. Realmente ella nunca había besado, solo hasta ahora. No quería que Max le dijera algo por no saber que hacer. Y se quedó congelada cuando sus lenguas comenzaron a jugar, parecía que sus piernas se fueran a doblar y caería al piso. Pero Max no dijo nada, ni termino el beso por la inexperiencia de ella. Lentamente se fue alejando. Kath tenía vergueza de mirarlo a los ojos, por lo que se escondió en su pecho y escuchó la risa de Max.
-¿Que paso? -preguntó él.
Pero ella no respondió.
-Besas muy bien para ser primerisa -acotó Max, ya conocía esa reacción. Solo por un pequeño consejo que le dió su hermana uno de esos días raros del colegio en Medford.
-No te creo -dijo Kath apenada.
-En serio -alejo su abrazo y levanto su cabeza con su dedo en su barbilla y dejó un tierno beso.
-Ya, Max, ya no hay nadie mirando -dijo Kath recordando el plan. Tenía que sonar convincente y no hacer sospechar.
-Lo olvidé.

23 de noviembre de 2009

predico un alboroto o8


Ambos chicos habían entrado a clases. Luego de que Kath lo mirara cuando llegaron no les dirigió la palabra, tampoco en la hora de almuerzo que todos se sentaron juntos. Solo se limitó a sentarse al lado de Max, comer en silencio y leer un libro. Max constantemente le hacía preguntas sobre que leí o cosas así, solo para integrarla a la conversación, pero ella le respondía secamente y lo ignoraba en otras ocasiones. Max desistió y tampoco le tomó atención, si ella no quería compartir era su problema, él ya la había tratado de ayudar.
La única clase en que Max estaba con Kath era en Historia, y esa era la última clase del día. Max aprovechó que ella estaba sentada sola y se le acercó. Ella no lo miró pero sabía que él estaba allí, asi que siguió ignorandolo.
-¿Que lees? -preguntó amigable Max.
-Un libro -contestó seria ella.
-¿Estas enojada? -inquirió Max, aunque sabía que uno se enojaba más cuando le preguntaban si estaba enojado.
-No -contestó más calmada.
-¿Hice algo?
-No, Max, no hiciste nada. Solo fui yo la que actuó raro por algo de lo que no tengo nada que ver -contestó mientras dejaba el libro sobre la mesa y miraba los ojos verdes a su lado. Esos ojos que aún la miraban preocupados.
-Si te molestan mis preguntas solo dímelo.
-No me molestan -contestó con una sonrisa.
Si la unica forma de que él se preocupara de ella era de esa forma tendría que seguir así. Pero ella ya tenía listo el plan. Actuaría enojada y retraida cuando hubiera más gente y amigable cuando estuvieran solos. Era el plan perfecto para ella. Lo malo, esque solo tenían dos horas juntos, cada dos días.
-¿Y como estás, Max? ¿Te acostumbras? -preguntó.
-Un poco en realidad.
-¿Que hiciste el fin de semana?
-Fuí a Portland -Kath sonrió-. Vi a mis viejos amigos. Fue genial.
-Me imagino. Ver a alguien que no ves de hace mucho tiempo es... genial -rió.
-Lo es. ¿Y tú que hiciste?
-Em... ayude a Sue en la tienda. Y me junte con una vieja amiga el sábado. Fue genial -Ambos rieron.
-En conclusión el fin de semana fue genial -dijo Max sonriendo.
La clase comenzó cuando el profesor llegó unos diez minutos atrasado por una reunión de última hora. A nadie le importo el retraso, todos lo estaban pasando bien o algunos más estudiosos se dieron el tiempo de terminar alguna tarea o algo parecido. Kath y Max habían estado conversando. Derrepente Kath mandaba indirectas, pero Max era muy distraído o tal vez solo actuaba no darse cuenta. Las dos horas sirvieron de mucho para Kath, no desperdició ningún segundo. Reirse en secreto o fijarse en pequeños detalles hiso que toda la atención de Max en clase, estuviera fijada en ella.
Una de las clases más divertidas.
Pensó Max cuando la clase ya había terminado.
-Nos vemos, Max -se despidió Kath dándole un beso en la mejilla.
-Nos vemos.
Max podía ser muy distraído, pero tonto no era.

predico un alboroto 07


El día lunes llegó tan rápido que apenas me dió tiempo de pensar.
Como extrañaba que una personita viniera tan temprano a la casa, todavía ni estaba despierto. Solo sentí como ella se tiró sobre mi, y la cama. Luego comenzó a reir.
-¿Que haces? -pregunté medio dormido.
-Despertandote, no quiero que lleges tarde.
-Que atento de tu parte, pero tengo hora con Morfeo -me acosté nuevamente, pero Sue no me dejó descansar y sacó todas las sabanas.
-Vamos, Max, no tengo toda la mañana.
Sue iba a salir, pero se detuvo en la puerta y luego volvió hacia mi. Se sentó al borde de la cama, yo todavía trataba de acostumbrarme a la luz.
-Gracias por lo del viernes -y se reclino y me dió un beso en la mejilla, sus mejillas se sonrojaron y ella se levantó rápidamente y salió de la habitación, mientras yo la miraba sentado en mi cama.
Me levanté rapido, me duche y baje como siempre bajaba ahora, por las escaleras. No, mentira, con el pelo mojado y goteando.
-Max -me llamó mi abuela-, sonríe -dijo y apuntó una cámara de fotos a mi dirección, yo di una falsa sonrisa y Sue comenzó a reir.
-¿De quien es la cámara? -pregunté tomando los cereales y un tazón.
-De Sue -respondió mi abuela dándosela.
No me demoré mucho en desayunar, así que salimos algo temprano.
El día estaba frio, como todos, lo que no me pareció muy bien, ya que Sue recién venia saliendo de un resfriado. Ella tenía frio y estaba temblando.
-Te vas a enfermar otra vez
-No, no creo.
La miré y ella se puso a reír. Claro que se iba a enfermar.
-Bueno, como soy tu mejor amigo que nunca tuviste, es mi deber cuidarte, ya que tu lo haces por mi -y la abrase para que no sintiera tanto frio.
-¿Que haces? -dijo nerviosa.
-Esto se llama abrazo ¿los conoces?
Ella rió.
-¿Quien te contó lo de "mejor amigo que nunca tuve"? -dijo cuando se resigno y comenzó a relajarse.
-Se muchas cosas más de las que piensas.
-Aún así te va mal en el colegio.
-Eso es diferente.
-Oh, si, claro -dijo con sarcásmo.
-No seas mala con yo -me sentí ofendido, dramáticamente.
-Tonto -dijo antes de comenzar a reir otra vez.
Cuando llegamos una chica nos quedo mirando, Kath. Habrá sido porque aún veniamos abrasados.